“Caminar sobre esas brasas es una experiencia simbólica que demuestra que si puedes atravesar el fuego, puedes superar cualquier cosa”, decía en su página Web Tony Robbins, quien se presenta como el coach número 1 del mundo, nacido en Los Ángeles. En Instagram supera los 7 millones de seguidores. Sus encuentros motivacionales e “inmersivos” por el mundo se venden como pan caliente a pesar de los cientos de dólares que cuestan y existen listas de espera, como en los restaurantes más sofisticados, la mejor publicidad. El próximo Desata tu poder interior, a realizarse en Nueva Jersey del 14 al 17 de noviembre, ya está prácticamente agotado. 90% sold out. ¿La promesa? Experimentar un crecimiento masivo, pero no en décadas sino en cuestión de días si uno se enfoca, asegura. “Convierte tus miedos en poder”, propone desde el día 1. “Imagina que el miedo de repente ya no es un factor de peso en tu vida. ¿Qué harías? ¿Qué cambiarías, darías, serías o lograrías? y alienta a realizar la desafiante caminata que ya es un ritual entre sus seguidores. Hasta los famosos lo hicieron, entre ellos Oprah Winfrey. “Andarás sobre las brasas ardientes, el famoso Firewalking. No te sentirás obligado pero querrás hacerlo!”. Y agregan desde la organización: “Pasarás el primer día destruyendo tus creencias limitantes, todo lo que te ha impedido crear la vida que quieres”.
A mediados de 2016, unas 7 mil personas fueron parte de un evento motivacional en la ciudad de Dallas organizada por el gurú norteamericano en el Centro de Convenciones de Dallas Kay Bailey Hutchison bajo este mismo nombre “Desata tu poder interior”. Es el nombre de uno de los seminarios más conocidos de Robbins que tiene por objetivo que los participantes superen sus limitaciones, descubran su potencial y tomen el control de su vida en diferentes áreas como la emocional, física, financiera y espiritual. Las entradas para estos encuentros presenciales -también tiene virtuales- parten desde los 600 dólares per cápita. Los asientos “Diamond” son los más caros y permiten estar frente al escenario y cerca de Robbins ‘en el área donde más interactúa”. Cuestan unos 3000 dólares por persona. En esa oportunidad, el mismo Tony invitó a los miles de participantes a realizar la famosa caminata sobre carbones encendidos. Una práctica habitual entre sus retos, solo que en esa fecha la experiencia transformacional dejó 30 personas con quemaduras en los pies, que tuvieron que ser asistidas por los servicios de emergencias. No era la primera vez que ocurría un accidente. Más de 20 personas sufrieron quemaduras en un evento realizado en San José, en el estado de California, en 2012.
El camino de brasas, que estaba al costado del centro de convenciones, ocupaba un espacio de un metro y medio de ancho por seis de largo. Uno de los afectados fue Paul Gold, oriundo de Florida. Le contó a la agencia AP que sufrió quemaduras de segundo grado en ambos pies y que sanaría en un par de semanas. Era la segunda vez que lo hacía. La primera, unos meses atrás, había sido buena, pero la segunda, dijo que aparentemente el personal no dejó que los carbones se enfriaran un poco antes de añadir más carbón al montón. A medio camino, se dio cuenta de que se había quemado.
Desde el hospital público más grande de la capital de Texas, donde fueron trasladadas cinco personas – ya que el resto fue atendida en el mismo lugar por quemaduras en los pies y extremidades inferiores – alertaron a los seguidores de Robbins y a quien se le ocurriera convertirse en un “firer walker”: “Simplemente no lo hagas”. La directora del programa de atención al quemado Stephanie Campbell declaró en el diario The Dallas Morning News : “caminar sobre el carbón es una actividad que no recomendaríamos jamás. No creemos que haya ninguna forma de hacerlo”.
Los seguidores de Tony Robbins defendieron la práctica y le echaron la culpa a los que se quemaron en este ejercicio por la “falta de concentración adecuada”. Por estar mirando el celular mientras explicaba cómo hacerlo.
Un participante de estos encuentros, Miguel Gómez, contó detalladamente en un podcast del emprendedor Jorge Serratos la experiencia de convertirse en un “Fire walker”. “Lo amas o lo odias. Fuimos 40 personas y de los 40 hubo 7 a los que no les gustó y 33 que salimos vueltos locos, amándolo. Es un evento energético, que no te puedes imaginar. Ya sentía sabor a sangre en la garganta y mi boca de tanto gritar. Es una cosa de gritar, de euforia. Acabas entumecido de toda la fuerza que le pones. De 8 de la mañana a 2, 3 de la mañana. Al otro día a las 9 de la mañana hasta las 2 de la mañana”, detalló. “10 mil personas en la caminata sobre el fuego es algo muy impresionante. Me quemé porque no seguí las indicaciones. Es que te ponen nervioso. Te dicen ‘vas a hacer el grito’, preparas tu cuerpo y te dan toda la metodología, ya estás enfrente, haces tu grito, tu “movimiento” le llaman, y empiezas a caminar sobre las brasas. Cuando terminas de caminar metes los pies en agua que tienen ahí. Y ya celebras. Pero yo no hice eso”, contó el hombre que se saltó el paso del agua. “Una pequeña brasa quedó encendida entre los dedos y me quemó”.
En el video en el que Oprah Winfrey camina entre las brasas ardientes se puede observar cómo los participantes alientan a las personas a cruzar. “Sí, sí, sí”, repiten a los gritos, mientras los organizadores reavivan las brasas, generando mayor euforia. También puede observarse la reacción cuando llegan a la meta. Alegría. Abrazos. Más euforia.
Jennifer Connelly, portavoz de Robbins, sin referirse puntualmente al incidente en el seminario de Dallas, defendió en esa oportunidad la actividad ante CNN: “La parte del evento sobre la caminata sobre el fuego se ha celebrado durante 35 años”. Personal médico capacitado y personal de eventos estuvieron en la caminata específicamente para ofrecer remedios rápidos y fáciles para cualquier dolor. El objetivo siempre es que ningún invitado sienta alguna molestia después, pero no es raro que menos del 1% de los participantes experimenten ‘puntos calientes’, que es similar a una quemadura solar que se puede tratar con aloe”, explicó Connelly.
Por su parte, el principal promotor de este reto, Tony Robbins declaró que “alguien no familiarizado con la caminata sobre el fuego vio el evento y llamó erróneamente al 911 reportando erróneamente a cientos de personas requiriendo atención médica por quemaduras severas. Solo 5 de 7000 solicitaron una revisación más allá de lo que estaba disponible en el sitio”.
“Con el primer paso que di me estaba quemando. Y el segundo paso que di me quemé el otro pie”, contaba en un noticiero Melisa S. una de las damnificadas, quien posteó sus pies quemados y con ampollas. Ella sumergió los pies en el agua como le habían indicado pero aseguró que las quemaduras y ampollas fueron abrumadoras. Otras personas también mostraron las quemaduras en los pies y estaban en peores condiciones que Melisa “¿Por qué lo hice?: “Fue una decisión idiota que tomé. Me había creído más inteligente”.
Bahareh Hosseini de Dallas había hecho otras dos caminatas sobre las brasas en los eventos de Robbins, pero se jueves por la noche se quemó tanto los pies que no pudo caminar después, según declaró a The Dallas Morning News. Dijo que llegó tarde el viernes y se hizo responsable por sus quemaduras y que no tuvieron nada que ver con el coach o su personal. Contó que miró las brasas en lugar de mantener los ojos en alto como le había indicado Robbins. “Fue una experiencia que me cambió la vida. “Lo haría 10.000 veces más si pudiera”, expresó Hosseini.
Netflix le dedicó a Robbins el documental “No soy tu gurú”, de casi dos horas de duración que muestra sus métodos transformacionales, sus diálogos con personas del público y el uso de cámaras de alta definición donde todos ven cuándo logra sacarle una lágrima con las que todos lloran. ¿Motivador? ¿O manipulador?, se preguntan quienes cuestionan sus multitudinarios espectáculos donde es ovacionado como una estrella de rock.
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