“Soy Catalina Tolavi, madre de Juan Pablo Quiroga, a quien agarraron en la calle y mandaron al cuartel como a un delincuente. Él tenía problemas en el oído, no le hicieron revisión médica, así nomás se lo llevaron al cuartel, lo agarraron en julio de 1998, y en agosto lo llevaron al puesto de D’Orbigny”, narró la desesperada progenitora en un video con el que pretende ser escuchada.
En el mismo audiovisual, dijo que en enero de 1999 se comunicaron con ella para avisarle que su hijo se había ahogado en el río Pilcomayo, pero denunció que nunca le entregaron su cuerpo y por eso mismo admitió que vive con la “esperanza de que regresará.
Informó que en esa época el responsable del puesto D’Orbigny era el militar Roland Lladó Viscarra, y que había otro “mayor o coronel Angulo”, que era comandante del Regimiento de Caballería 3 Aroma, donde su hijo prestó el servicio militar.
“Señor presidente Arce, investigue sobre mi hijo desaparecido hasta dar con él, quiero que me entreguen sus restos para darle cristiana sepultura. Señores senadores, diputados, quiero que se investigue su desaparición. A la opinión pública, quiero que me ayuden a encontrarlo. Hace 25 años que lloro a mi hijo, quiero que me lo devuelvan por favor”, imploró la mujer.
Según Tolavi, en esa época le dieron distintas versiones sobre lo ocurrido con su hijo. Denunció que la familia de Lladó Viscarra le ofreció víveres. “No sé leer ni escribir, pero sé defenderme. Les dije que llorarán lo mismo que yo he llorado”, lamentó.
Asimismo, dijo que ha viajado a La Paz un par de veces para hablar con el personal del Ejército, y que no ha tenido respuesta sobre uno de sus seis hijos, que además era gemelo de la única mujer en su descendencia.
Con ayuda de un compañero de regimiento de Juan Pablo, la desesperada madre hizo un video que ya está en las redes sociales, con el afán de que alguien diga lo que realmente ocurrió a su hijo.
Recordó que su otro hijo, Eufronio, era parte del mismo cuartel de Juan Pablo, y que tras la desaparición fue enviado a otro puesto militar en el Chapare, donde casi lo ahogan.
“Kullaka (hermano en aymara), una ayuda para esta madre por favor. La mamá de mi ex camarada se cansó de mendigar justicia. La encontré llorando y decidí grabarla para ayudarle a que por lo menos le entreguen el cuerpo de su hijo”, se unió al clamor Jacobo Copa.
De acuerdo a la versión de Copa, se cometieron delitos desde el Ministerio de Defensa. “Sabían sobre esto, nunca le dieron la libreta póstuma, ni reconocimiento por haber servido a la Patria, tampoco hubo indemnización, ya sea por muerte o desaparición, y también debieron entregarle el cuerpo”, demandó.
Copa cree que hubo y hay mucha injusticia con esta familia, ya que a los policías y militares que fallecen en servicio les dan ascenso póstumo, y a los que tienen accidente también se les otorgan ciertos derechos”.
Recordó que en la época en que desapareció, había otros dos hermanos en el mismo cuartel. “Entre los débiles y despreciados nos ayudábamos. Él era muy humilde porque no escuchaba ni veía bien, tampoco peleaba. Lo extrañé mucho cuando desapareció”, se unió al pedido de justicia.
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