Por más que se intentó incluir en la negociación electoral del oficialismo y la Democracia Cristiana, el debate por un pacto de gobernadores quedó inconcluso dentro del sector. En la madrugada final de las tratativas, 10 de abril, algunos impulsaron una última arremetida por alcanzar un acuerdo integral que incluya a las autoridades regionales y a los aspirantes a alcaldes. Pero la idea no tuvo piso.

Veámoslo más adelante, era la habitual respuesta para cualquiera que intentaba poner el tema sobre la mesa. El debate sobre gobernadores fue esquivo, principalmente porque se quería zanjar primero la situación de los aspirantes a alcaldes, algo que, de hecho, aún está pendiente en 14 comunas del país.

Pero ahora creció el temor en el oficialismo y la DC por lo pueda ocurrir con las autoridades regionales. Y es que la multiplicación de candidatos del sector ya se empezó a notar en varias zonas. Esto podría provocar una dispersión de votos del electorado de izquierda, que a la vez beneficiaría a algún hipotético candidato de consenso de la derecha.

La preocupación se ha extendido a espacios internos de las colectividades que conforman el pacto. Por ejemplo, de esto se habló en la comisión política del PS que se realizó la semana pasada.

Consultado al respecto el vicepresidente del partido, Eduardo Bermúdez, -uno de los negociadores electorales- dijo que “lo más sensato es llevar una candidatura por región. Llevar más de uno pone en riesgo la elección de las candidaturas del conglomerado del gobierno. La derecha marca mínimo 35% en cada región. Sería una decisión errónea”.

Los retadores de Orrego

El caso emblemático de esta discusión se ha dado en la Región Metropolitana, donde el actual gobernador Claudio Orrego (independiente) acordó repostularse bajo respaldo de la DC. Pero hoy está bajo la amenaza del PC que ya decidió ponerle un retador, pero aun estudia el nombre que podría levantar como carta, las posibilidades abiertas con Marco Barraza, Claudina Núñez y Bárbara Figueroa. En el FRVS, en tanto, impulsan como opción a Nathalie Joignant, que en el última elección sacó la tercera mayoría detras de Orrego y Karina Oliva.

Un elemento que está a la vista de los partidos frente a la próxima elección de gobernadores es el hecho de que, al haber primera vuelta, podría convertirse en una especie de primaria electoral. “Esta elección tiene la opción de que hay primera y segunda vuelta, recalcaba Rodrigo Cerda, uno de los negociadores del FRVS durante las tratativas.

Pero esa jugada se pone en peligro si es que la oposición presenta una candidatura única que se quede con el 40% de los votos necesarios para evitar la segunda vuelta.

Por lo mismo, algunos han pensado en realizar una primaria convencional antes de la primera vuelta de gobernadores. Pero esa es una opción altamente costosa que no todos los partidos están dispuestos a asumir.

Un caso similar al de la RM es Valparaíso, donde el Frente Amplio ha respaldado la repostulación del independiente Rodrigo Mundaca, contra quien se han alzado el socialista Mauricio Viñambres (PS) y la comunista Carolina Fernández.

En Coquimbo el caso es similar. Donde el oficialismo busca retador para la gobernadora Krist Naranjo, de izquierda, pero que no pertenece al pacto oficialista . El problema es que dicha carta se tiene que definir entre el core PC, Javier Vega, y el militante de Convergencia Social -partido del Presidente Gabriel Boric-, Rubén Quezada.

En CS consideran Coquimbo como una de sus principales apuestas. De hecho, Quezada renunció a su cargo como delegado regional presidencial para postular a la gobernación. En frente, se toparán con la pretensión comunista de materializar el peso electoral que tienen en la región, que se ha convertido en un bastión PC gracias al senador Daniel Núñez.

Dos casos más que simbolizan una posible dispersión de votos en la izquierda son los de O’Higgins y Antofagasta. En la primera, el DC Juan Carlos Latorre amenaza la reelección del PS Pablo Silva. En la segunda, la repostulación del independiente Ricardo Díaz (electo con respaldo del FA y hoy patrocinado por el PPD) está bajo el acecho de la exministra de Minería del gobierno de Boric, Marcela Hernando (PR).

Caso aparte es la postulación como independiente del exsenador Alejandro Navarro como gobernador en el Biobío. Esta semana el dirigente de izquierda sumó apoyos de figuras DC como Francisco Huenchumilla y Yasna Provoste. Esto llevó a que el timonel de la Falange, Alberto Undurraga, saliera a aclarar la postura del partido.

“El apoyo a candidatura de Alejandro Navarro por parte de los senadores es una opinión personal que no representa a la DC. La DC decidirá institucionalmente su candidatura considerando especialmente a las bases, representantes y dirigent@s de la Región del BíoBío”, posteó Undurraga este viernes, en respuesta a un post de Huenchumilla.

Sobre la amenaza de la dispersión de votos dentro del oficialismo, Undurraga planteó a La Tercera que “lo razonable es que haya pacto en gobernadores. La pregunta es si tendremos un solo pacto igual que en las alcaldías o dos pactos que compitan, esperando definir en segunda vuelta”.

El mismo diputado agrega que “este tema lo abordaremos el próximo lunes en reunión de presidentes de partidos del pacto de alcaldes. A partir de ello la DC apoyará al que definamos el mejor candidato o candidata del pacto que seamos partícipes”.

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