“En ningún caso Bolivia ha dejado de pagar el servicio de la deuda externa y, en el Gobierno del presidente Luis Arce, jamás se ha dejado de cumplir con ese compromiso”, dijo ayer en conferencia de prensa el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro al hablar sobre la rebaja de calificación de Moody’s.

En este sentido, explicó que la rebaja de calificación ( de Caa1 a Caa3) se refiere a los bonos que tiene el Gobierno y que “seguramente” son valorados en el mercado (internacional) con algún riesgo de impago.

Montenegro afirmó que en días pasados se tenía pactada una reunión con representantes de la calificadora de riesgo Moody’s Ratings, la cual quedó suspendida por ellos, por lo que desconoce sobre qué información se basaron para rebajar la calificación crediticia de Bolivia.

“Nosotros teníamos una reunión con Moody’s, que la han suspendido y no hemos tenido espacio para hablar con ellos y han sacado directamente su calificación, así que no podríamos decir sobre qué bases o fuentes se han referido para bajarnos la calificación. Lo que sí podemos decir con claridad es que los resultados que mostramos como país, no meritan una rebaja de calificación en esa magnitud”, expresó la autoridad.

Consultado sobre el endeudamiento de Bolivia en los últimos años, el economista José Gabriel Espinoza precisó que Luis Arce es el presidente que, a pesar de haber tenido condiciones ideales de gobernabilidad, al menos durante sus primeras gestiones, de haber recibido una gran cantidad de recursos externos y de no haber enfrentado ninguna crisis extraordinaria (como una pandemia), ha sido el que más endeudamiento interno ha contratado, llegando a los $us 8.554 millones en 38 meses, “prácticamente duplicando la deuda interna del Tesoro General de la Nación al inicio de su gestión”.

Espinoza agrega que es un manejo irresponsable y contradictorio con una perspectiva técnica sostenible. “De hecho, ese es uno de los motivos por los que Moody’s le ha rebajado la calificación de deuda a Bolivia”, precisó.
En tanto que el economista José Luis Evia señaló que de acuerdo a los estados financieros del Banco Central de Bolivia (BCB) ʻele 2023 el crédito al sector público creció en el equivalente a $us 4.392 millones. “Las obligaciones del BCB con el sector público crecieron en $us 275 millones. Por lo que el crédito neto (financiamiento monetario del déficit) estuvo en alrededor de $us 4.117 millones.

Más temprano, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, dijo que Bolivia tiene capacidad de endeudamiento y que la calificación de Moody’s era política.

Montenegro insiste en boicot

A tiempo de rechazar el informe de Moody’s, el ministro Montenegro dijo que no estaría reflejando la situación económica que tiene el país. Señaló, por ejemplo, que las predicciones de crecimiento de la economía boliviana, que daba el Fondo Monetario Internacional para 2023, era del 1,8% y se concluyó con un 3%; lo mismo con el Banco Mundial que pronosticó un 2,7%, y el país terminó con el 3%.

“Un crecimiento que lo posiciona como la segunda economía de mayor crecimiento en la región, en un ambiente, como ya lo decimos, de altas tasas de interés, alta inflación a nivel mundial, niveles de vulnerabilidad e incertidumbre causados por los temas geopolíticos que está viviendo el mundo actualmente”, expresó.

También se refirió al “boicot” que sufre el Ejecutivo desde la Asamblea Legislativa de parte de los asambleístas que responden a Evo Morales, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho. Destacó, además que uno de los “buenos resultados” se demuestra en la inversión pública ejecutada en 2023, especialmente en el programa de “industrialización”, con $us 225 millones, “la más alta de la historia” desde 1987.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, tampoco quiso quedar al margen de las declaraciones de Arce en sentido de que “no hay plata como antes” y propuso un encuentro nacional junto a las organizaciones sociales, autoridades y empresarios para salvar la economía.

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