Aunque en el gobierno preferían no cantar victoria aún, la proyección de votos de esta mañana le daba un pronóstico favorable al informe de la comisión mixta de senadores y diputados que buscaba destrabar la llamada ley corta de isapres.

Sin embargo, el despacho de esta iniciativa no tendría un efecto inocuo para el oficialismo. Gran parte de las bancadas que representan a un electorado de centroizquierda y de centro se encontraban divididas ante el acuerdo alcanzado, el miércoles pasado, que permitía darle viabilidad al cumplimiento del fallo de la Corte Suprema.

Esta sentencia obliga a las entidades previsionales a aplicar la tabla única de factores y devolver los cobros en exceso, que según el acuerdo entre gobierno y oposición, podrá realizarse en un plazo máximo de 13 años.

A pesar de que muchos sospechaban que el ruido iba a instalarse en las bancadas de izquierda (el PC y Frente Amplio), por el contrario, este tema tensionó principalmente al PS, al Partido Liberal, al PPD y a la DC, que sin ser bancada oficialista hoy tiene una mayor afinidad legislativa con La Moneda.

Uno de los factores que explicaría este fenómeno es que los afiliados a isapres, que fluctúan entre 2,5 millones a 3 millones de personas, son parte del electorado por el que estas tiendas políticas compiten.

El caso más dramático se daba en el PPD. De hecho, en su bancada de diputados, que conjuga los intereses de militantes e independientes asociados, solo había hasta esta mañana un voto a favor de sus nueve integrantes. La única que estaría apoyando la fórmula que propone la comisión mixta sería la diputada Helia Molina (PPD). “El resto estamos en reflexión. Tenemos la percepción que se hizo un flujo de caja para las isapres”, dijo Jaime Araya (indep.-PPD), quien es el jefe de esa bancada.

Entre los diputados PS, si bien el cuadro era menos dramático, hasta esta mañana solo siete de los trece miembros de la bancada estaban decididos a apoyar la resolución de la ley corta, a pesar de que el fin de semana el comité central de la colectividad llamó a sus parlamentarios a aprobar.

El subjefe del comité socialista, Nelson Venegas, dijo que apoyará el informe: “lamentablemente no nos queda otra salida, nos dejaron en la encrucijada, ya que votar en contra generaría un problema masivo de salud pública”.

No obstante, el diputado Marcos Ilabaca (PS) ratificó que votará en contra. “No estoy dispuesto a entregar un salvavidas a las isapres, lo que hace la comisión mixta es desconocer los fallos judiciales y entregarle un salvataje a las isapres”.

Por su parte el jefe de bancada de los liberales, Luis Malla, quien ya había votado en contra de algunos aspectos de la ley corta en su anterior discusión en la Cámara, dijo que aún siguen “estudiando todas las implicancias de si aprobamos o rechazamos este proyecto”.

Esta marcada disidencia y tensión en las bancadas del Socialismo Democrático (PS, PPD, liberales y radicales) ya se había manifestado en las votaciones de la comisión mixta. El senador Juan Luis Castro (PS) votó en contra de dos puntos del acuerdo (el plan de devolución en 13 años y la modalidad de Cobertura Complementaria de Fonasa, junto al cálculo del Índice de Costos de la Salud, ICSA), mientras que su par Ximena Órdenes (independiente-PPD) no respaldó el tema Fonasa y el ICSA.

Por el contrario, las representantes de la izquierda en la mencionada comisión mixta, Gael Yeomans (Frente Amplio) y Ana María Gazmuri (Acción Humanista, colectividad aliada del PC) apoyaron todos los puntos en discusión, a pesar de que el acuerdo no las dejaba completamente conformes.

La DC, en tanto, estaba dividida. Por ejemplo, entre sus diputados, Ricardo Cifuentes y Héctor Barría tenían dudas, mientras que Alberto Undurraga y Eric Aedo estaban abiertamente a favor.

El despliegue del gobierno

Frente al riesgo de los descolgados, el Ejecutivo reforzó gestiones con sus propias filas, en vista de que gran parte de la derecha estaba alineada.

Una de esas gestiones se materializó en una reunión-almuerzo con representantes del oficialismo en la Cámara.

Asimismo, por solicitud de las autoridades de gobierno, las diputadas Yeomans y Gazmuri, además del radical Tomás Lagomarsino, que participaron de la comisión mixta, están ejerciendo un rol activo, con el afán de convencer a aquellos que aún están dudosos con su voto.

Lagomarsino (PR) explicó que “durante los últimos días hemos tratado de convencer a nuestros colegas de la Cámara que el acuerdo que llegamos en la comisión mixta fue el mejor que podíamos alcanzar (…) y que el proyecto quedó con elementos que permiten implementar el fallo sin perjudicar el sistema de salud”.

Gazmuri (AH) añadió que “este fin de semana se han sostenido diversas reuniones en las bancadas oficialistas, analizando el resultado de la comisión mixta; en nuestro sector resultan evidentes los muchos aspectos que no nos gustan, pero entendemos también que no es ésta la instancia para terminar con las isapres, tal como las conocemos hoy, lo que sí es parte de nuestro ideario. Lo que ahora corresponde es escoger el escenario menos malo para los afiliados, y también para los 16 millones de usuarios de Fonasa, servicio que se ve fortalecido con en este proyecto, con la creación de la MCC”.

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